Hace muchos años, la gente no se lavaba los dientes, pues se desconocía su importancia. Hoy en día no se contempla el que alguien no se cepille los dientes tras cada comida, es algo imprescindible en nuestras vidas, tanto es así, que en los colegios desde bien pequeños se regala a los niños cepillos de dientes y se les enseña las ventajas de cepillarse los dientes a diario.
Sin embargo, el caso de la lengua es muy diferente y parece que la necesidad de limpiarla es algo que se nos olvida muy a menudo, a pesar de mantener una correcta higiene bucodental. La lengua es imprescindible dado que sin ella no podríamos hablar, masticar, tragar o saborear la comida. Es un músculo enorme y es lo que nos permite tener una gran movilidad, tanto es así que permite detectar diferentes superficies y cuenta con vasos sanguíneos y nervios muy importantes.
La lengua
La base de la lengua se encuentra en las glándulas salivares y se llama suelo lingual. Está forrada de miles de papilas y tiene aspecto aterciopelado gracias a las filiformes y las gustativas que se dividen en muchos tipos y nos dan la posibilidad del sentido del gusto.
La importancia de llevar una correcta higiene de la lengua se debe a que ésta cuenta con gran cantidad de relieves y hendiduras en las que se acumulan restos de alimentos y bacterias que pueden generar caries y enfermedades periodontales. Al limpiar la lengua notaremos más sabores y estaremos beneficiando la salud general de toda la boca, reduciendo entre otras cosas, el mal aliento.
El aspecto de ésta debe ser aterciopelado y rosado, de no ser así podría ser un reflejo del estado de salud de la persona:
- No debe estar blanquecina, ni lisa, dado que supondría que está inflamada.
- Si tiene un aspecto amarillento o marrón suele deberse a una falta de limpieza pero también puede ser reflejo de alguna patología o problema.
En caso de detectar cualquiera de estos cambios en el aspecto de nuestra lengua, siempre y cuando llevemos una correcta higiene buco dental, será necesario consultar a un especialista.
Recomendaciones
Los siguientes consejos nos ayudarán a mantener una buena higiene de nuestra lengua:
- Limpiarla cada día, al menos dos veces (con un raspador lingual o empleando el propio cepillo de dientes, aunque éste debe ser diferente del que usamos para lavarnos los dientes).
- Sacar la lengua todo lo que podamos, apoyar el aparato en el dorso de la lengua y presiónalo ligeramente, deslizándolo desde atrás hasta la punta de la lengua.
- Usar pasta de dientes, agua o colutorio.
- Consultar al dentista sobre qué pasta es la más adecuada para los dientes así como el colutorio a utilizar.
Desde Clínica Dental Giroca, te damos estos consejos para que sepas cómo limpiar la lengua correctamente, evitando problemas a largo plazo.